ÍndiceAyudaBuscarEntrarRegistrarse  
 
Páginas: 1
Enviar Imprimir
SOMOS UNA TAZA DE PORCELANA (Leído 1992 veces)
Roberto_Ingledew
Gold Member
*****
Desconectado

Me encanta YaBB 1G -
SP1!

Mensajes: 903

SOMOS UNA TAZA DE PORCELANA
17.03.06 a las 21:33:04
 
Somos una taza de porcelana
 
 Se cuenta que una vez en Inglaterra, existía una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas, era la que vendía vajilla antigua. Así encontraron una vez una hermosa tacita que llamó su atención: _ “Me permite ver esa taza”, preguntó la Señora, _”nunca vi nada tan fino como eso.” Pero, en cuanto la tuvo en sus manos, la tacita comenzó a hablarle: _ “Sepa que yo no siempre he sido esta taza que usted está sosteniendo; hace mucho tiempo yo sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomó entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente llegó un momento en que me desesperé y le grité:”¡Por favor! Ya déjeme en paz”. Sólo me sonrió y me dijo: “_Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”. Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor! Me pregunté por qué mi creador querría quemarme, así que, toqué la puerta del horno. A través de la puerta del horno, pude leer los labios de mi creador que me decía:
_”Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”. Finalmente se abrió la puerta. Mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara. “Así está mucho mejor”, me dije a mi misma, pero, apenas me había refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintando. ¡El olor de la pintura era horrible!¡sentía que me ahogaba! _“Por favor, ¡detente!” le gritaba a mi creador, pero el sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía: “_Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”. Al fin dejó de pintarme pero me tomó y ¡me metió nuevamente en un horno! No era como el primero, este era mucho más caliente. Ahora sí estaba segura que me sofocaría. Le rogué y le imploré que me sacara. Grité, lloré, pero mi creador sólo me miraba diciendo: “_Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”. En ese momento me di cuenta que no había esperanza; nunca lograría sobrevivir a ese horno. Justo cuando estaba a punto de darme por vencida, mi creador abrió la puerta, me tomó cariñosamente entre
sus manos y me puso en una repisa que era más alta que la anterior. Allí me dejó un momento para que me refrescara. Después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo: -“Mírate, esta eres tú”. ¡Yo no podía creerlo, esa no podía ser yo! ¡Lo que veía era hermoso!
 Mi creador nuevamente me dijo: -“Yo sé que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos; pero si te hubiera dejado como estabas te hubieras secado. Sé que te causó mucho dolor y calor haber estado en el primer horno, pero, de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado. También se que los gases de la pintura, te provocaron muchas molestias, pero, de no haberte pintado, no tendrías color. Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo porque la dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras. Ahora tú eres un producto terminado. Eres lo que yo tenía en mente cuando te empecé a formar.
 Esto pasa con nosotros. Dios nunca va a intentar ni obligar a que vivamos algo que no podemos soportar. Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros. Él es el artesano y nosotros somos el barro. Con el cual trabaja. Nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir Su Voluntad.
 
 Desconozco su autor
Subir al inicio
 
 
  IP Logged
Páginas: 1
Enviar Imprimir